SEGURIDAD EN LOS INGRESOS PARA PROTEGER EL CONSUMO

La ausencia de seguridad económica en América Latina, es una condición que aqueja a un amplio segmento de la población. Aproximadamente, dos de cada tres personas en la región carecen de acceso a una cobertura elemental y de calidad para sobrellevar los riesgos sociales más comunes, como son: la salud, la pérdida de ingresos por vejez, sobrevivencia o desempleo (Bertranou, 2014).
Dado que en Ecuador, en el sistema de protección social, confluye un sistema de seguridad social que cubre básicamente a los trabajadores del sector formal, y una red de protección social con programas orientados a establecer un piso de protección social, a fin de garantizar un mínimo de consumo y la corresponsabilidad familiar para efectivizar la atención de salud y educación; la Misión Menos Pobreza, Más Desarrollo, busca generar un mecanismo para garantizar la seguridad de ingresos de las familias que viven en condiciones de mayor vulnerabilidad
En el país, entre las transferencia monetarias no contributivas, actualmente se implementa el Bono de Desarrollo Humano Variable, el mismo que es un subsidio focalizado que reciben las mujeres representantes de la familia que viven en condiciones de mayor vulnerabilidad, de acuerdo al índice de pobreza del Registro Social. Este corresponde al ajuste del Bono de Desarrollo Humano en función del número de hijos y el rango de edad de estos. La transferencia puede alcanzar un monto de hasta 150 USD según las características del hogar, valor que representa el 34,29% del salario mínimo.
Las transferencias monetarias no son un mecanismo asistencial aislado, sino un aporte a la seguridad de los ingresos, con el fin de evitar el riesgo de movilidad social descendente por la falta o disminución de ingresos.