SEGURIDAD DE LOS INGRESOS

Misión Las Manuelas

Aunque el acceso al mercado laboral y a los ingresos no es la única problemática que enfrentan las personas con discapacidad, es claro que se convierte en uno de los principales impedimentos que ellas enfrentan para alcanzar la autonomía y el pleno ejercicio de sus derechos. El acceso al mercado laboral posibilita la generación de ingresos, los cuales constituyen medios de subsistencia en tanto permiten que la persona y su núcleo familiar accedan a bienes y servicios para cubrir sus necesidades. Lógicamente, en su mayoría, las personas con diversidades funcionales requieren de mayores recursos que las personas sin discapacidad para cubrir sus necesidades específicas y alcanzar condiciones de vida aceptables.  (Palacios, 2008) (Díaz Velásquez, 2010).

En el marco de Misión Las Manuelas, se busca la inclusión laboral de las personas con discapacidad, es decir, su incorporación al mercado laboral en condiciones dignas, pues de otra forma, solo alimentaria el círculo de la pobreza y la inequidad.

Por otro lado, en el Ecuador, el acceso a la seguridad social ha estado históricamente determinado por la inserción en el mercado laboral formal. Como se ha dicho ya, dado que el acceso al mercado laboral y consecuentemente a la seguridad social de las personas con discapacidad es reducido, el Estado ha creado otros mecanismos para la protección social de aquellas personas en mayores condiciones de vulnerabilidad, que incluyen algunos dirigidos a asegurar un mínimo de consumo. (Carranza & Cisneros, 2014).

Con estos elementos, Misión Las Manuelas incorpora, según las necesidades y características de cada persona y su núcleo familiar; la dotación de transferencias monetarias. Por un lado, la Pensión Asistencial por Discapacidad que se otorga a las personas con discapacidad con carné que registran un porcentaje de discapacidad igual o mayor al 40%, menores de los 65 años de edad y en situación de pobreza; y, por otro, el Bono Joaquín Gallegos Lara, que se otorga a las personas con discapacidad física, intelectual y psicosocial severa, y/o con enfermedades catastróficas, raras y huérfanas y/o menores de 14 años viviendo con VIH-SIDA, en condición de pobreza extrema, a través de la persona responsable de su cuidado. (MIES, 2018).