En Quito, más de 400 personas disfrutaron del tercer Concierto Sinfónico por La Nueva Infancia
Boletín de Prensa N° 095

• Se recibieron donaciones como libros, pañales, pañitos húmedos y agua embotellada
que serán entregados a grupos vulnerables.
• Con el pasillo «El Aguacate», que fue cantado por los asistentes, se cerró el concierto.
• Este es el tercer concierto que se desarrolla en favor de La Nueva Infancia.
Una noche de magia, alegría y solidaridad se vivió este jueves 19 de junio en la iglesia de la Compañía de Jesús, donde más de 400 personas disfrutaron junto a la Orquesta Sinfónica Nacional, de un concierto a favor de la Nueva Infancia y de la lucha contra la Desnutrición Crónica Infantil (DCI).
Bajo la dirección del maestro, Davit Harutyunyan, se interpretó un mágico repertorio que encantó a cada uno de los asistentes, quienes con sonoros aplausos ovacionaron a cada uno de los integrantes de la Orquesta Sinfónica Nacional.
Desde muy temprano, la gente esperó en los exteriores de la iglesia de la Compañía con libros, juguetes, pañales, pañitos húmedos y agua embotellada para ser entregados como donación, para el ingreso a la magia musical de esta iniciativa que se desarrolla por tercera ocasión.
Para ello, la Secretaría Técnica Ecuador Crece Sin Desnutrición Infantil, la Orquesta SinfónicaNacional y el Ministerio de Cultura y Patrimonio se unieron para llevar adelante este hermoso evento, a través del cual se busca concientizar sobre la importancia de trabajar de manera coordinada en la prevención de la Desnutrición Crónica Infantil.
La secretaria Técnica Ecuador Crece Sin Desnutrición Infantil, María de Lourdes Muñoz, agradeció el apoyo recibido por la ciudadanía de Quito, al asistir al concierto, “estas donaciones que nos han hecho llegar serán entregadas a las poblaciones más vulnerables en las distintas provincias del país”, acotó.
El concierto se llenó de emoción cuando la Orquesta Sinfónica Nacional interpretó el pasillo «El
Aguacate», el cual fue cantado por todos los asistentes con sentimiento y que fue el cierre de este
maravilloso espectáculo artístico.
Esta propuesta demuestra que el arte no solo entretiene, también inspira, une y sana. En cada nota musical, en cada aplauso, se levanta una voz de esperanza por miles de niñas y niños que merecen un futuro de oportunidades.