El tren abre una nueva alternativa de negocio para la economía popular y solidaria.

La línea férrea del país vuelve a la vida y con él también los negocios de los rincones por los que cruza. La posibilidad de mejorar su calidad de vida es una alternativa real. El Instituto Nacional de Economía Popular y Solidaria (IEPS), el Ministerio Coordinador de Patrimonio y la Empresa de Ferrocarriles del Ecuador trabajan conjuntamente en el fortalecimiento de los trabajadores, artesanos y actores de la economía popular y solidaria, de la zona, para reactivar sus negocios.

Desde el IEPS se coordinan varios talleres para el fortalecimiento de las organizaciones que ofrecerán bienes y servicios en las distintas estaciones del ferrocarril. Una de ellas es la Asociación Tambillo. Sus 12 integrantes se capacitaron para ofrecer sus servicios en la cafetería y también montar unos stands para vender artesanías, dentro de la renovada estación del tren.

María Suin, señaló que antes de conformar la asociación cada una de las socias trabajaba por su cuenta, pero los ingresos eran insuficientes. Ella tenía un negocio de venta de ropa, que lo abandonó. Así que se juntaron y ahora atienden en la estación de Tambillo. La Asociación es parte del sector de la economía popular y solidaria y en la actualidad han logrado mejorar los ingresos para el grupo.

En eso también está empeñada la Asociación Autónomos Nariz del Diablo. Johanna Tenemaza, una de sus dirigentes, contó que son 22 socios quienes laboran en la cafetería Mirador Cóndor Puñuna y en el Centro de Interpretación Comunitario (museo).

En promedio, el grupo atendía a unas 2 000 personas por mes y ahora esperan que ese número se incremente. Por su parte, Fernando Terán, director del IEPS, señaló que a través de los negocios inclusivos se busca la participación de las personas, la promoción y fomento de negocios que incluyan a un mayor número de habitantes, la promoción del turismo y el fortalecimiento de capacidades. “El turismo y el negocio se convierten en una prioridad” en este proyecto, indicó Terán.

En una primera fase, que se extenderá hasta 2014, se intervendrá en Alausí, Chunchi, Mejía, Latacunga, Saquisilí, Durán y Yaguachi. Los grupos interesados en trabajar a lo largo de la línea del tren participan en el proyecto de Fortalecimiento e impulso de negocios inclusivos, en el Corredor Turístico Patrimonial Ferroviario Ecuatoriano, que espera superar los a 4 500 beneficiarios.


 

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