SEGURIDAD Y PROTECCIÓN

Misión Ternura

El bienestar de niñas y niños está determinado, en gran medida, por las condiciones de su entorno. Por tanto, cuando este es estimulante, seguro y con oportunidades de aprendizaje, potenciará el desarrollo de las y los infantes ( Bernard van Leer Foundation, 2013).

Un entorno de seguridad y protección se configura a través del accionar de todos los actores de la sociedad: las familias, las comunidades, las instituciones estatales en sus distintos niveles y de la sociedad civil. Consiste en generar un contexto en el que niñas y niños estén protegidos frente al abuso, la violencia y la explotación. En este sentido, las condiciones del entorno garantizarán su integridad física, mental, social y emocional, mediante la transformación de patrones de comportamiento que pueden vulnerar los derechos de este grupo poblacional (Organización de Estados Iberoamericanos- OEI, 2016).

Con estos elementos, Misión Ternura busca fortalecer las capacidades de las familias y las comunidades y realizar un acompañamiento directo para fortalecer la prevención de cualquier forma de violencia. Adicionalmente, incorpora como paradigma la atención receptiva y el cuidado cariñoso y sensible, elementos transversales a los componentes antes mencionados.

Cabe destacar que cada uno de los componentes se materializan mediante la planificación familiar (la decisión acerca de la gestación), el cuidado durante el período de gestación, la atención en el parto, el registro de nacimiento e inscripción, la atención integral en salud (con énfasis en los primeros 1.000 días), la promoción de la alimentación y la nutrición de acuerdo a la edad y el acompañamiento para el desarrollo del juego y del aprendizaje que favorece el estímulo emocional, social, cognitivo y físico.

Sin lugar a dudas, construir una sociedad justa y equitativa parte de la creación de un marco de oportunidades desde la primera infancia. Por ello, Misión Ternura brinda prioridad en su intervención a aquellas personas y familias en condiciones de pobreza y pobreza extrema y para la intervención con el paquete integral de servicios se han definido 96 cantones, a través de un análisis que incorporó los siguientes indicadores: concentración y prevalencia de desnutrición crónica infantil, pobreza por consumo, acceso a agua segura, hacinamiento y déficit cuantitativo de vivienda.